Aunque los Óscar 2022 serán recordados por la agresión de Will Smith a Chris Rock, nosotros nos encargamos, como todos los años, de intentar convertir en protagonistas a los ganadores y ganadoras de los premios. Porque en muchas ocasiones, salvando los grandes nombres de la interpretación, no sabemos quién es quién en ese palmarés que consultamos deprisa y corriendo la mañana después de la maratoniana gala.
Como resumen rápido de la noche, podemos decir que la Dune de Dennis Villeneuve arrasó en los premios técnicos, confirmándose como el inicio de una saga que dará mucho que hablar. La gran favorita, El poder del perro, se tuvo que conformar con un solo premio, el de mejor dirección, que, por tercera vez en la historia y segundo año consecutivo, recae en una mujer. Y CODA: Los sonidos del silencio, la película más pequeña e independiente de la terna, se coló en la fiesta conquistando el premio a mejor película, guion original y actor secundario haciendo valer aquello del poder de última hora de las candidatas de buenas intenciones y resultados discretos para coronarse en el país de los ciegos.
Ah, sí, y tuvimos una ración de orgullo patrio con el premio a Alberto Mialgo, primera estatuilla para el cortometraje español en ocho nominaciones. Pasen y lean…
Mejor cortometraje documental: The Queen of Basketball de Ben Proudfoot

Retrato de Lucy Harris, pionera en el baloncesto femenino en EEUU, olímpica y primera mujer en participar en un draft de la NBA. Este cortometraje documental dirigido por el canadiense Ben Proudfoot se hizo con el galardón.
Es la segunda vez que su director optaba a estatuilla en la categoría tras estar nominado en 2020 con A concerto is a conversation, codirigida junto al actor Kris Bowers.
Mejor cortometraje de animación: El limpiaparabrisas, de Alberto Mielgo

Ocho nominaciones ha costado que el cortometraje de un español gane el Óscar. Finalmente ha sido en la categoría de animación donde solo Javier Recio había optado con La dama y la muerte a premio antes. Alberto Mielgo consigue llevarse el premio con su proyecto más personal, pero tiene cierto truco. Mielgo trabaja en EEUU desde hace años y cuenta ya con una destacada carrera que incluye dos premios Emmy, por su labor en Tron: Uprising (2012) y, más recientemente, por Love, Death & Robots (2019).
Mejor cortometraje de acción real: The Long Goodbye de Aneil Karia

Riz Ahmed (Sounds of metal) protagoniza este cortometraje de acción real cuyo guion coescribe junto a su director, Aneil Karia. The Long Goodbye es una brutal distopía que se arraiga en el miedo que el propio Ahmed dice haber experimentado como miembro de una minoría étcnica –origen asiático en este caso– en Inglaterra.
Entre los múltiples galardones del cortometraje se encuentran el de mejor cortometraje británico en los British Independent Film Awards, el de cortometraje británico del año en los London Critics Circle Film Awards o el de mejor cortometraje de menos de 15 minutos en el Palm Springs Film Festival.
Mejor sonido: Mac Ruth, Mark A. Mangini, Theo Green, Doug Hemphill y Ron Bartlett por Dune

Mac Ruth, Mark A. Mangini, Theo Green, Doug Hemphill y Ron Bartlett firman el oscarizado sonido de Dune.
Primer Óscar para Marc Ruth en su cuarta nominación, ya que ya había optado por Marte, 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi y Blade Runner: 2049. También es la primera vez para Theo Green y para Ron Bartlett que también estuvieron nominados por la revisitación que hizo Villeneuve del universo Blade Runner.
Segunda estatuilla para Mark A. Mangini que ya lo había conseguido con Mad Max: A Fury Road y que había estado nominado en otras cuatro ocasiones: Blade Runner: 2049, El quinto elemento, Aladdin y Star Trek IV. Misión: Salvar la Tierra. También es el segundo premio que consigue en su carrera el veterano Doug Hemphill, oscarizado por el sonido de El último de los mohicanos y que ha optado a galardón en otras ocho ocasiones –Blade Runner: 2049, La vida de Pi, Walk the Line, Master and Commander, El dilema, Air Force One, Gerónimo: una leyenda y Dick Tracy–.
Mejor canción original: No time to die, de Billie Eillish y Finneas O’Connor para 007: Sin tiempo para morir

Partía también como gran favorita en la categoría la llegada del fenómeno Billie Eillish a la franquicia de Bond. El tema en sí no aporta grandes novedades a las canciones de la saga, pero ha sido suficiente para imponerse a las Dos oruguitas de Encanto o al Van Morrison de Belfast.
Eilish y O’Connor también conquistaron el Globo de Oro y una gran cantidad de los premios de la temporada.
Mejor música original: Hans Zimmer por Dune

Segundo Óscar en su duodécima nominación para el compositor Hans Zimmer por Dune. Ya tenía estatuilla por la música de El rey león y había optado a ella por sus trabajos para Rain Man, La mujer del predicador, Mejor imposible, El príncipe de Egipto, La delgada línea roja, Gladiator, Sherlock Holmes, Origen, Interestelar y Dunquerque.
Con la música del inicio de lo que se prevé una productiva saga de ciencia ficción ya consiguió este año también el Globo de Oro y el BAFTA.
Mejor maquillaje y peluquería: Stephanie Ingram, Linda Dowds y Justin Raleigh por Los ojos de Tammy Faye

La transformación de Jessica Chastain en la controvertida estrella ochentera Tammy Faye hizo que el equipo de maquillaje y peluquería de Los ojos de Tammy Faye se llevara el Óscar.
Es la primera estatuilla en la carrera de las maquilladoras Stephanie Ingram y Linda Dowds y del especialista en efectos de maquillaje Justin Raleigh en su primera nominación. Su trabajo ha sido reconocido este año también, entre otros muchos galardones, con el BAFTA.
Mejor diseño de vestuario: Jenny Beavan por Cruella

Convertir a una de las villanas más carismáticas de Disney en protagonista de una película de acción real ha hecho que Jenny Beavan consiga su tercera estatuilla por el diseño de vestuario de Cruella -ya lo había logrado por sus trabajos para Una habitación con vistas y Mad Max: Fury Road-.
Además, la diseñadora, especialista en ‘películas de época’, ha optado al galardón en otras ochos ocasiones con sus trabajos junto a John Bright para James Ivory (The Bostonians, Maurice, Regreso a Howards Ends, Lo que queda del día) o en Sentido y sensibilidad y ya en solitario con trabajos como Ana y el rey, Gosford Park o El discurso del rey. En su palmarés personal cuenta también con dos premios Emmy, cuatro BAFTA y tres premios del Sindicato de Diseñadores de Vestuario –los últimos correspondientes también a Cruella–.
Mejor fotografía: Greig Fraser por Dune

Seguimos con premios técnicos para Dune. También cayó el de mejor fotografía para Greig Fraser que ya había llamado a las puertas del premio en 2017 con su nominación por Lion.
En su haber tiene el BAFTA y el Globo de Oro por este trabajo y entre otros galardones un Emmy por su labor en la serie The Mandalorian. Pero, más allá de los grandes reconocimientos, la filmografía de Fraser está plagada de títulos destacados de los últimos años como Mátalos suavemente, La noche más oscura, Foxcatcher, María Magdalena, Vice: El vicio del poder o, por supuesto, la reciente The Batman. Está llamado a ser uno de los directores de fotografía de referencia.
Mejor montaje: Joe Walker por Dune

Joe Walker, montador de Dune, gana el Óscar en su tercera oportunidad tras haber optado por La llegada en 2017 y por 12 años de esclavitud, en 2014.
Walker ha destacado por sus trabajos a las órdenes de Villeneuve. Además de las citadas Dune y La llegada, trabajó en Sicario y en Blade Runner 2049. También es el montador habitual de Steve McQueen con el que además de en 12 años de esclavitud ha montado Shame (2011), Viudas (2018) o el cortometraje Ashes (2014).
Mejor diseño de producción: Patrice Vermette y Zsuzsanna Sipos por Dune

Patrice Vermette y Zsuzsanna Sipos ganan el Óscar al mejor diseño de producción por la dirección artística y decorados de Dune.
Para Vernette es su primera estatuilla tras optar a premio en dos ocasiones anteriores: por el diseño de producción de La joven Victoria –compartida con Maggie Gray– y de La llegada –compartida con Paul Hotte–.
La húngara Zsuzsanna Sipos, por su parte, debuta también como ganadora de Óscar tras llegar a EEUU de la mano de Villeneuve con Blade Runner 2049 y trabajar en televisión con proyectos como la serie El alienista.
Mejores efectos especiales: Paul Lambert, Tristan Myles, Brian Connor y Gerd Nefzer por Dune

Dune se llevó también, claro, el premio a los mejores efectos especiales. Es el tercer Óscar para Paul Lambert, que lo consiguió por Blade Runner: 2049 –compartió aquella gloria también con Gerd Nefzer– y por First Man –junto a Tristan Myles–. El que debuta como ganador de Óscar es Brian Connor.
Entre otros muchos galardones de la temporada, el equipo también se llevó a casa el BAFTA y el premio de la Visual Effects Society, el galardón de los profesionales de la categoría.
Mejor Actor de Reparto: Troy Kotsur por CODA: Los sonidos del silencio

El actor sordo Troy Kotsur, al que hemos visto habitualmente en episódicos televisivos, ganó en una categoría competidísima en la que optaba el joven Kodi Smit-McPhee, su compañero de reparto en El poder del perro, Jesse Plemons, además de veteranos como JK Simmons (Ser los Ricardo) o Clarán Hinds (Belfast).
Kotsur se ha llevado también esta temporada el BAFTA y el premio del Sindicato de Actores por su interpretación en CODA: Los sonidos del silencio, una película indie convertida en la gran ‘tapada’ del año.
Mejor actriz de reparto: Ariana DeBose por West Side Story

Uno de los premios cantados de la noche. Era la favorita desde antes de anunciarse las nominaciones y premio a premio ha mantenido su condición hasta subirse al escenario del Dolby Theatre para recoger su Óscar. Ariana DeBose conquista el Óscar por el rol de Anita que también le diera el galardón a Rita Moreno en el clásico de Hollywood que Spielberg ha revisitado ahora.
La joven DeBose ha ganado esta temporada también el Globo de Oro y el BAFTA. West Side Story ha sido la gran oportunidad en el cine para una joven actriz y bailarina a la que habíamos visto destacar en el elenco de The Prom, el musical de Ryan Murphy para Netflix.
Mejor Película de Animación: Encanto

Una de las dudas de la noche es si la Academia se rendiría finalmente a los encantos de lo último de Disney y así fue. El éxito de Encanto en su paso a las plataformas la ha acabado convirtiendo en ganadora superando los prejuicios iniciales, ganando Óscar, Globo de Oro y BAFTA y colando en la gala una interpretación en directo llena de estrellas latinas de la canción We don’t talk about Bruno, tema que ni siquiera estaba nominada en su categoría, pero que se ha convertido en un auténtico fenómeno. Un premio que tiene mucho de bandera y guiño a la comunidad latina, cada vez con más presencia y poder en Hollywood.
Mejor Película Internacional: Drive My Car de Ryûsuke Hamaguchi (Japón)

Otro de los premios cantados de la noche fue el de la japonesa Drive my car en categoría internacional –es la quinta vez que el premio va para Japón tras los logrados por Rashomon (1951), La puerta del infierno (1954), Samurai (1955) y Despedidas (2008)–. Ryûsuke Hamaguchi no pudo repetir la hazaña de Parásitos –optaba también a los premios a mejor película, mejor dirección y mejor guion adaptado–, pero, digámoslo de una vez, ambos filmes se parecen como un huevo y una castaña y compararlos habla mucho de los prejuicios que tenemos ante todo lo que venga del Lejano Oriente –como si Japón y Corea del Sur fueran lo mismo–.
El filme, que se estrenó en la sección oficial de Cannes donde ganó el premio al mejor guion y el FIPRESCI, se ha llevado a casa esta temporada, entre otros muchos reconocimientos más, el BAFTA y el Globo de Oro.
Mejor Largometraje Documental: Summer of Soul de Questlove

Will Smith aparte, la comunidad afroamericana en Hollywood tuvo uno de sus momentos de gloria de la noche en el Óscar a Summer of Soul como mejor documental del año.
Summer of Soul, que lleva por subtítulo y título alternativo When the Revolution could not be televised, dirigida por el músico Questlove, explora el legendario Harlem Cultural Festival celebrado en 1969 y que supuso un hito en la reivindicación del ‘orgullo negro’ en EEUU.
Mejor Guion Adaptado: Sian Heder por CODA: Los sonidos del silencio

La guionista –y directora– Sian Heder irrumpe en Hollywood tras algunos cortometrajes y episodios en series de televisión con el Óscar a mejor guion adaptado por CODA: Los sonidos del silencio, adaptación de la película francesa La familia Bélier (Éric Lartigau, 2014).
La cierta sorpresa no lo es tanto si echamos un vistazo a su palmarés de la temporada en el que destacan este mismo reconocimiento en los BAFTA o en muchos de los premios de asociaciones previos a la gran gala de la Academia.
Mejor Guion Original: Belfast de Kenneth Branagh

Kenneth Branagh ha tirado de recuerdos de infancia en Belfast para volver a tocar en la puerta de los premios de Hollywood, aunque, pese a todas las nominaciones de su película, se va de la gala con un único galardón: el de mejor guion original.
Es la segunda vez que Branagh opta al Óscar como guionista, ya que estuvo nominado en 1997 en la categoría de guion adaptado por su versión de Hamlet –aquel año el premio se lo llevó la hoy olvidada Sling Blade, que lanzó al estrellato al hoy también algo olvidado Billy Bob Thornton-.
Mejor actor principal: Will Smith por El método Williams

Agresiones aparte, las apuestas acertaron y Will Smith se impuso en el sprint final contra el que lleva toda la temporada siendo el gran favorito de la categoría: el Bennedit Cumberlach de El poder del perro. Smith consigue su primer Óscar por interpretar en El método Williams al padre y entrenador de las tenistas Venus y Serena Williams en un relato de superación de esos que tanto gustan en Hollywood y que muchos han criticado por blanquear a un personaje acusado en muchas ocasiones de déspota.
Will Smith, que también consiguió el Globo de Oro y el BAFTA, ya había optado al galardón de Hollywood de manera infructuosa en dos ocasiones anteriores, por Ali (2001) y por En busca de la felicidad (2006).
Mejor actriz principal: Jessica Chastain por Los ojos de Tammy Faye

La competición entre actrices estaba tan abierta que era un momento idóneo para saldar la pequeña deuda de Hollywood con Jessica Chastain. En ediciones anteriores, había optado en la categoría principal por La hora más oscura (2012) y en secundaria por Criadas y señoras (2011) y lo había merecido en otras tantas ocasiones (El árbol de la vida, El juego de Molly).
A la tercera fue la vencida, gracias a su transformación física -qué le gusta a Hollywood que sus estrellas se afeen- en la controvertida y excesiva estrella mediática Tammy Faye. No ha sido este un premio incontestable si atendemos al resto de galardones de la temporada en los que no ha estado ni siquiera presente. De hecho, llegó a las nominaciones a última hora y como una de las grandes sorpresas dejando fuera a una de las favoritas del año: la Lady Gaga de La casa Gucci.
Mejor dirección: Jane Campion por El poder del perro

El retorno a primera líneade Jane Campion con el western El poder del perro no fue tan triunfal como se vaticinaba, pero consiguió, eso sí, un merecidísimo Óscar a mejor dirección. El único premio de la noche para la gran favorita del año deja un sabor agridulce pese a su importancia.
Es la segunda vez que la cineasta neozelandesa optaba a galardón, ya que en 1994 lo rozó con El piano, aunque por aquel entonces aún los galardones de Hollywood no habían premiado a una mujer en la categoría. De hecho, es la tercera ocasión en la que ocurre esto tras las victorias de Kathryn Bigelow por En tierra hostil (2010) y Chloé Zhao el año pasado por Nomadland y la primera vez que una mujer cineasta repite nominación.
Mejor película: CODA: Los sonidos del silencio

Y de nuevo los Óscar se dejaron llevar por la opción ‘buena’, que no por la mejor. CODA: Los sonidos del silencio es la película independiente del año en EEUU desde que arrasara en su presentación en Sundance –ganó los premios a mejor película, dirección, Gran Premio del Jurado y el Premio Especial al mejor drama de EEUU– y también es la película de buenos sentimientos que año tras año se cuela en los máximos galardones. Muchos afirman que es demasiado premio para una película amable y menor, pero ahí está, en el Olimpo de los ganadores de los Óscar como en su día lo estuvieron Green Book. Su directora, Sian Heder, acaba de entrar en Hollywood por la puerta grande. Habrá que seguirle la pista.
