Cerramos el melón abierto hace unas semanas en el que recordábamos las películas españolas que andan cumpliendo 20 años en 2022 con la entrada de, a nuestro juicio, las 10 mejores o, si lo prefieren, las 10 más importantes.

En la cabeza de la lista –ojo, spoiler–, Fernando León de Aranoa (Los lunes al sol) y Pedro Almodóvar (Hable con ella). El primero fue el gran triunfador del año en España, pero Hollywood lo ignoró. Al segundo le pasó todo lo contrario. Curiosamente, 20 años después, la historia se ha vuelto a repetir, en esta ocasión con El buen patrón –vencedora en los Goya, pero que no pudo hacerse un hueco en las nominaciones a los Óscar– y Madres paralelas –de vacío en los Goya y con dos nominaciones en los premios de Hollywood–.

10. El caballero Don Quijote

Manuel Gutiérrez Aragón se sumerge en nuestro tótem literario por antonomasia, las andanzas siempre inadaptables de Don Quijote de La Mancha, con la determinación de hacer una buena película de ello y con la consciencia de contar con una pareja de intérpretes ganadores. Juan Luis Galiardo y Carlos Iglesias se marcan las mejores interpretaciones de sus carreras y se convierten –con permiso de Fernando Rey y Alfredo Landa– en una de las mejores encarnaciones del hidalgo y su fiel escudero. El Quijote de Gutiérrez Aragón es decididamente crepuscular y esa atmósfera pesimista le sienta muy bien en pantalla. José Luis Alcaine se llevó el Goya a la mejor fotografía.

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9. El robo más grande jamás contado

Nadie tomaba aún en serio a Daniel Monzón, pero esta comedia trepidante sobre una disparatada banda de ladrones decididos a robar El Guernica de Picasso –¡toma ya!–demostraba su talento como guionista para crear una galería de personajes inolvidables –pícaros perdedores que entroncan con nuestra más honda tradición literaria y cinematográfica– y un aplastante dominio de la dirección. Seis años después, con una ‘película seria’ -Celda 211-, le llegaría al fin el reconocimiento de la profesión y de los medios y Monzón acabaría convertido en lo que es hoy, uno de los directores más eficientes de nuestro cine. En el reparto de El robo más grande jamás contado aparecen primeras espadas de nuestra comedia del momento: Antonio Resines, Neus Asensi, Manuel Manquiña, Rosario Pardo, Sancho Gracia…

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8. Cravan vs Cravan

El debut de Isaki Lacuesta pasó sin pena ni gloria por la realidad del cine español, pero éxitos posteriores de su director la acabarían poniendo en el mapa de los cinéfilos. Cravan vs Cravan es una rareza aun hoy, un ¿falso documental? que se construye a partir de la investigación sobre el mítico Arthur Cravan, un boxeador y poeta desaparecido hace décadas en extrañas circunstancias. Es de esas películas que ganan con cada nuevo visionado. Una forma muy personal de debutar en el largometraje para un cineasta que acabaría haciendo de todo, aunque encontrando efectivamente su camino de autor más reconocible en un territorio intermedio en el que ficción y documental juegan a confundirse.

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7. Octavia

Una de las películas más asequibles de su director, Basilio Martín Patino –reconocido por documentales como Queridísimos verdugos, Caudillo o Canciones para después de una guerra–. Para los que la vieron –que no fueron muchos–, supuso la confirmación del argentino Miguel Ángel Solá, que ya había destacado en España dos años antes con Sé quién eres y que viviría en España unos años de gran protagonismo –Plenilunio, La playa de los galgos, Fausto 5.0, la serie Desaparecida–. En el reparto aparecen también Blanca Oteyza, Antonia San Juan o las veteranas Aurora Bautista y Margarita Lozano. Octavia cuenta el regreso a Salamanca en 1956 de un intelectual aristócrata que escapó de España 40 años atrás.

6. Aro Tolbukhin, En la mente del asesino

De las rarezas que nos dejó nuestro cine en 2002 –en este caso en coproducción con México– nos quedamos con esta película realizada a 6 manos –eso es, firmada por tres directores– que mezcla ficción y documental –en este caso, una ficción rodada como un documental– para retratar a un impacable asesino en serie. Encontramos en este peculiar proyecto al siempre inquieto Agustí Villaronga –uno de los tres cineastas que firman la película junto a Isaac Pierre Racine y Lydia Zimmermann– y como protagonista al mexicano Daniel Giménez Cacho, que consiguió el Ariel por su sobrecogedora interpretación.

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5. En la ciudad sin límites

Como tantas otras, la temporada de premios la encumbró y después todos la olvidamos. No está de más recordar la que es, por derecho propio, la mejor –y la más reconocida– película de su director, Antonio Hernández. Para ello, Hernández cuenta con un sólido guion –premiado con el Goya–, una estupenda banda sonora que nos ponía sobre la pista del compositor Víctor Reyes (El amor en su lugar, Grand Piano) y con un enorme reparto –Geraldine Chaplin ganó el Goya a secundaria, pero todos cumplen con nota sobresaliendo Leonardo Sbaraglia, Adriana Ozores y Ana Fernández–. La película más o menos tradicional de secretos y mentiras familiares que uno se espera trasnmuta pronto en otra historia, también repleta de secretos y mentiras, pero que no vimos venir.

4. Smoking Room

Con permiso de Lacuesta o de otros que llegaron al largometraje en 2002 –Eduard Cortés, Ramón Salazar, el dúo formado por Inés París y Daniela Fejerman–, el gran debut del año -y el más premiado-, fue esta película que supuso la entrada en el Olimpo del cine español del argentino Julio D. Wallovits y el catalán Roger Gual. Nunca después -ya por separado-, consiguieron un éxito similar. Goya a la dirección novel y al mejor guion original en una película que se recuerda por su estupendo reparto masculino -Eduard Fernàndez, Juan Diego, Antonio Dechent, Francesc Garrido- y por suponer una bocanada de aire fresco en fondo y forma para nuestro cine.

3. Balseros

Balseros es un monumental y doloroso documental sobre la emigración cubana a Miami y sigue siendo hoy uno de las grandes películas del género en nuestro cine. Curiosamente, pese a sus virtudes cinematográficas, el proyecto surge de un reportaje de la Televisión de Catalunya que entrevistaba a siete cubanos justo antes de que huyeran de la isla en sus balsas de fabricación casera. Siete años después, se reencuentran con ellos y con sus nuevas vidas. Sus responsables son los periodistas Carles Bosch y Josep Mª Domenech y cuenta con la colaboración en el guion de David Trueba. La película estuvo en Sundance, ganó el Emmy a mejor fotografía y optó al Óscar a mejor documental –ahí es nada–.

2. Hable con ella

Pedro Almodóvar brindó en Hable con ella una de las mejores películas de toda su carrera pese a decisiones discutibles –Rosario Flores, el mundo de la tauromaquia– y algunas ‘excentricidades’ –contar una violación a través de un cortometraje, El amante menguante, inspirado en El increíble hombre menguante–. Por encima de todo lo demás, Hable con ella es el retrato de un personaje complejo que borda Javier Cámara en el primer papel que lo revela como un excelente actor serio. Eclipsada en España por el triunfo de Los lunes al sol, Hollywood se rindió ante ella con el Óscar a mejor guion original y la primera nominación a ¡Peeedro! como mejor director.

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1. Los lunes al sol

Los lunes al sol fue sin mucha discusión la película del año. El equilibrado cóctel de drama social y dosis de humor nunca le salió tan bien a Fernando León de Aranoa como en esta historia de parados con dignidad en la que sobresale un estupendo reparto encabezado por un inmenso Javier Bardem y con Luis Tosar y José Ángel Egido –los tres reconocidos en los Goyas– y los estupendos descubrimientos de Nieve de Medina o Fernando Tejero. Cinco Goyas y la Concha de Oro en San Sebastián, entre otros galardones y nominaciones dentro y fuera de España, avalaron su indiscutible éxito.

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