2021 no ha sido el año que imaginamos que sería o quizás ha costado más de lo que esperábamos. El cine está sudando la gota gorda para volver a reactivarse, levantar a la gente de sus sillones, que apaguen –al menos una vez en semana–, la plataforma de turno, salgan de casa y se reúnan con otras personas en una sala. Oímos hablar desde hace un tiempo que toca inventar nuevas formas de enseñar nuestro trabajo, pero muchos se olvidan de que se trata, además, de no regalarlo –llámennos locos por ello–. Nosotros, en Digital 104, comenzamos el año, allá por enero, estrenando. En pleno apogeo de las restricciones sanitarias, conseguimos presentar en el Aguere Cultural un documental –aquello, visto lo visto, fue un pequeño milagro–. Después, ha habido muchos planes, muchas conversaciones, muchas reuniones, pero no es hasta ahora cuando empezamos a vislumbrar algo de luz al final del túnel, cuando el documental, al fin, va a reactivarse y a ofrecerse a aquellos que aún no lo conocen.

El primer paso de esta nueva vida de la película se producirá el próximo 3 de noviembre, a partir de las 19 horas. Manual de invisibilidad se estrena en Santa Cruz de Tenerife, en TEA Tenerife Espacio de las Artes –gracias siempre a Emilio Ramal por hacerlo posible–. Eso sí, dado que seguimos teniendo que ir a la sala con restricciones de aforo, distancia y mascarillas, todo el que quiera estar presente, que se dé prisa y reserve su invitación –es gratis– enviando un correo electrónico a actividades@teatenerife.es –tienes que indicar nombre, DNI y teléfono de contacto–. ¡Nos vemos en el TEA!

Recordando qué es Manual de invisibilidad

Manual de invisibilidad es un largometraje documental que rescata la figura artística de Víctor Núñez (La Laguna, Tenerife, 1918-1984), uno de los miembros fundadores del grupo de vanguardia Nuestro Arte y un artista hoy olvidado que intentó contagiar a su ciudad –La Laguna en plena dictadura de Franco–, quintaesencia del inmovilismo, su pasión por el arte y por los nuevos caminos por los que transitaba en el resto del planeta. Una quimera, sin duda. Una locura que tuvo que reportarle muchas frustraciones y que pocas veces dio frutos concretos, pero que, visto con el paso de los años, no es descabellado pensar que formó parte del germen de algo mayor, de algo que fructificó después –y al que muchos se sumaron sin pudor–.

Víctor Núñez fue mucho más que un pintor, aunque apenas se dedicó profesionalmente a ello. Fue un hombre de cultura, que despertó la vocación vanguardista en algunos artistas coetáneos -algunos reconocidos y otros no, claro–, que intentó organizar -a menudo sin éxito– exposiciones que hicieran avanzar el gusto de su alrededor y al que también –claro– le tocó vivir las contradicciones propias de la época.

Para revelar su figura, la película parte de su faceta más íntima y familiar. Su nieta, Elena, que solo le recuerda por las historias que se han contado siempre en su casa, decide sacarlo a la luz, bucear en los recuerdos familiares, en las fotos, en las cartas, en las películas, en sus cuadros… También en el testimonio de quienes lo conocieron, de sus hijos Carmen y Víctor, pero también de artistas como Maribel Nazco o Manolo Sánchez y de periodistas e historiadores como Eliseo Izquierdo.

¿Para qué? ¿No será un esfuerzo estéril luchar contra el olvido? La película se hace esta pregunta, por supuesto. Esta y muchas otras porque pronto asume la conciencia de que su objetivo no es encontrar respuestas, sino quizás perseguir la senda que nos lleve a nuevas dudas, a poner en tela de juicio lugares comunes que hemos repetido siempre, a pensar en nosotros mismos, espectadores, y en lo que recordamos y lo que olvidamos. Y mientras la película va creciendo, la vida sigue y también se hace un hueco en ella.

Detrás de la película encontramos al compañero Domingo J. González, en el que es su debut en el largometraje. El documental se construye sobre un guion que él mismo coescribe con Elena de Vera, que en esta ocasión se pone también delante de las cámaras. Les acompañan Eduardo Naya en la dirección de fotografía, Manuel Tricás en la de sonido y en la música original y el resto de Digital 104 –Jonay García y Jairo López– en labores de producción.

Participa la TV Canaria y colaboran instituciones como el propio TEA Tenerife Espacio de las Artes, la Biblioteca Municipal y el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, el Archivo Municipal de San Cristóbal de La Laguna, el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad –hoy de Cultura y Participación Social– de la Universidad de La Laguna. la Fundación CajaCanarias, el Gabinete Literario, el Museo Canario o la Filmoteca Canaria, entre muchos otros.

Qué han dicho de ella

«Manual de invisibilidad, de Elena de Vera y Domingo J. González, se presenta como un documental que pretende rescatar la memoria del pintor Víctor Núñez Izquierdo, un hombre de la cultura que, como tantos otros, ha sido relegado a los márgenes de la historia del Arte. Tras este aparente documental al uso, se agazapa una reflexión de más alto alcance, sobre la memoria en general pero también sobre la memoria del cine». Son las palabras con las que comienza Josep Vilageliu su crítica sobre la película publicada en su blog En pos de la ballena blanca.

Y con estas otras la termina: «Elena invoca el fantasma de su abuelo a través del cine. En un acto de justicia poética, reivindica la memoria de los artistas olvidados, enfrentando el elitismo aristocrático de la comunidad artística, que destaca unos pocos pintores, relegando al resto a un pie de página. A nuestro paso, vamos dejando huellas. Las huellas se van emborronando. El nitrato del celuloide antiguo arde, los colores pierden su brillo, los DVD de repente ya no se abren, una tormenta solar repentina borra todos los discos duros. La brocha pinta de nuevo los muros de blanco».

¿Y después, qué?

La proyección en TEA Tenerife Espacio de las Artes es, como decíamos, el arranque de un nuevo ciclo en la vida de la película. En los próximos meses, se realizarán proyecciones por distintas zonas del municipio de San Cristóbal de La Laguna. Muy pronto podremos anunciar lugares y fechas concretas.

Además, está pendiente también que la TV Canaria le haga hueco en su parrilla y hay planes de seguir avanzando en su difusión con proyecciones físicas concretas ya para el 2022, llegando además a nuevos territorios.

Lo mejor, como siempre, es que si quieres seguirle la pista, te conectes a las redes sociales de Digital 104 o al propio Facebook del documental.