Volvemos tras el paréntesis de Reyes y comenzando el nuevo año. Este blog quiere poner el primer pie en el 2015 recibiendo por todo lo alto a tres películas cortas que se incorporan a Digital 104 Film Distribution, nuestro catálogo de distribución por festivales. Son tres cortometrajes atípicos (enseguida lo comprobarán) y firmados por cineastas canarios, aunque sin (casi) nada que ver entre sí. Les deseamos a los tres la mayor de las suertes en este camino que ahora comienzan. Que sus propuestas puedan conocerse en todos los rincones del planeta. Ése es el principal objetivo y el mejor de los deseos. ¿Los conocemos?
1. Número 2: Si yo fuera Marilyn
2. Estoy con Bea
Estoy con Bea es la segunda comedia en sumarse a nuestro catálogo en este 2015 que comienza. Ésta la vimos en el pasado Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y nos convenció. El también músico Coré Ruiz escribe y dirige esta historia de dos superamigas a pesar de todo que protagonizan Mónica Díez y Nayra Ortega. ¿La sinopsis? «Bea busca la nueva casa de su superamigadetodalavida Raquel, dispuesta a darlo todo en su fiesta-sólo-de-chicas. Raquel está celebrando que en poco más de un mes será madre. Bea encuentra a Raquel cambiada. Raquel encuentra a Bea estancada. Bea cree que todas las chicas de la fiesta son unas sosas. Raquel cree que Bea ha bebido demasiado. Quizá no tenía que haberla invitado a la fiesta».
3. Háblame
Y el tercer cortometraje es una historia de ciencia ficción, resultado de un proyecto atípico. Háblame fue el trabajo vencedor de la primera edición de Cinedfest, «un festival audiovisual formativo» abierto a centros educativos de Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP. Como ganador del certamen, el cortometraje del IES Los Cristianos se volvió a rodar con medios profesionales, la dirección de la alumna Alba Linares y la supervisión del cineasta David Cánovas. Ahora empieza su distribución por festivales. ¿La sinopsis? «Año 2098. Los gobiernos del mundo han implantado sistemas reeducativos estandarizados para toda la población. Las personas reciben la misma información implantada directamente en sus cerebros. Las nuevas tecnologías han suplantado todo tipo de comunicación directa entre las personas. Tres jóvenes son víctimas de un fallo en el sistema que los mantiene controlados. Ellos intentarán escapar de la opresión, pero… ¿lo conseguirán?».
Ahora entienden el jeroglífico con el que se los adelantábamos la semana pasada, ¿no?





